Lo cierto es que la Plaza Sarmiento es la cita para la gran mayoría de los estudiantes.
Recuerdo en los años 80 en que nos levantábamos más temprano este día que cualquier otro del año, incluso para ir al colegio. El sacrificio tenía su motivo: Llegar temprano a dicha Plaza.
Allí había que formar fila ordenada para poder abordar el ómnibus que nos llevara al destino elegido. Así quienes elegìan Funes, Roldán o Carcarañá debían hacer cola en las dársenas de Villa Diego. En cambio los que partían rumbo a Ciudad Deportiva de Central o alguna ciudad del cordón industrial rumbo a San Lorenzo lo hacían en las de las empresas 9 de Julio o Gran Rosario.
Por entonces los ómnibus tenían una especie de miniterminal hacia la calle San Juan, donde actualmente se ubica el estacionamiento.
En pocas horas la plaza estaba colmada y las empresas de transporte ponían personal de inspección ordenando las columnas de estudiantes que esperaban ansiosos abordar los ómnibus. Estos partían colmados de gente y prácticamente no paraban hasta salir de la ciudad. Tanto choferes como pasajeros recibían los insultos de quienes esperaban en vano subirlo en otras paradas. Para esa gente muchas veces hacían circular otros coches que salían semi vacíos de la Plaza de lo contrario su espera sería eterna.
Otros grupos optaban por elegir lugares menos populares y rumbeaban para el sur, P.Esther, Arroyo Seco, etc. Para ellos el punto de encuentro era la Terminal de Omnibus donde debían ser pacientes y ordenados para viajar en el Tirsa, línea esta que se caracterizaba por llevar a los obreros y operarios de las industrias radicadas entre Rosario, Villa Constitución y San Nicolás.
Había un común denominador para todos, independientemente del lugar elegido para festejar. El Regreso!!! Pero claro, eramos jóvenes y las ideas no faltaban encontrando siempre una manera de volver a casa, aunque sea ya al anochecer...
Felíz día de la Primavera.
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