El debate por un nuevo aumento en la tarifa del boleto urbano de Rosario saca a relucir nuevamente la inequidad distributiva de subsidios entre empresarios de Capital Federal y los del resto del país.
Es verdad que en Capital se mantiene a rajatabla una tarifa inferior al peso mientras que en el interior del país este valor es superado notablemente. El federalismo parece ausente en este caso de desigualdad.
Sin embargo bien vale mencionar que Capital Federal cumple a rajatabla la Ley Nacional dictada en 1995 que define que los ómnibus que prestan el servicio urbano deben contar con chasis de piso bajo para acceso a personas con capacidad restringida, caja automática y suspensión neumática. Aquí en Rosario esto no se cumple, en su lugar tenemos una gran mayoría de ómnibus basados en chasis de camión con motor delantero, caja manual y suspensión a elásticos que por supuesto poseen un costo muchísimo menor a los usados en Capital.
Actualmente solo Semtur posee unidades de piso bajo y algunas de ellas equipadas con rampa pero son muy contadas. Por otra parte llama la atención que "la mixta" -donde el estado tiene participación- no cuenta con ningun vehículo que reúna esas condiciones.
Entonces surge la duda de si la unión hace la fuerza o cada uno hace lo que quiere. Si aquí en Rosario tuviesemos una propuesta superadora que fuera más allá de ómnibus-camiones, con frecuencias y recorridos acordes, etc. de modo que el usuario se sienta orgulloso de su transporte tal vez habría más presión para lograr una equitativa distribución de los subsidios.
Tampoco debemos obviar que en Capital Federal los servicios están a cargo de empresas privadas que se encuentran agrupadas conformando un bloque muy fuerte que se hace valer. En Rosario, el desmembramiento y las diferentes crisis llevaron al modelo actual en el cual solo existen dos empresas privadas -una de las cuales también presta servicios interurbanos de jurisdicción provincial-, una estatal y otra mixta.
A nivel de franquicias, Capital no posee gratuidad para mayores de 69 años lo que repercute en una mayor recaudación en el sistema.
Desde la crisis de 2002 que se viene implementando este esquema de subsidios tanto al transporte como al gasoil, el gobierno difunde cifras de crecimiento nunca vistas en el país y paradojicamente llevamos 6 años con el mismo debate.
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