El Ing.Gualberto Venesia fue un dirigente político local de gran notoriedad el cual tuvo participación en los temas relacionados al transporte urbano. En 1986 siendo Concejal de Rosario, anunció un proyecto que impulsaba el BOLETO GRATUITO en la ciudad. El mismo estaba basado en la creación de una tasa impositiva que permitiera recaudar el dinero que el mismo sistema recaudaba. La propuesta obtuvo un gran rechazo por parte de todos los sectores a tal punto que le valió la derrota en los comicios de 1987 en los cuales se postulaba a Intendente.
Las críticas también vinieron del lado de los ciudadanos a quienes les pareció un delirio subir gratis a un ómnibus. Por aquellos años el transporte urbano de la ciudad estaba a cargo de 30 empresas privadas que explotaban las 34 líneas existentes. La flota era una de las mejores del país y había líneas que renovaban coches cada año y medio y la frecuencia promedio era de 5 minutos aproximadamente. No existían las franquicias de hoy y el precio del pasaje era equiparable al precio del diario La Capital o al cospel telefónico de ENTEL.
Pasaron casi 22 años y hoy tenemos 4 empresas -dos de la cuales integradas por el estado municipal- que operan 42 líneas, un sistema de franquicias que permiten viajar gratis a muchas de aquellas personas que en la época de Venesia eran críticos acérrimos de su proyecto sumado al medio boleto estudiantil, un precio de boleto “ficticio” el cual es compensado por una serie de subsidios nacionales y locales.
Pero si nos remitimos a la realidad, los aportes que otorga el Gobierno Nacional –precio del gasoil, suma fija por coche, etc.- surgen de la recaudación impositiva o de créditos internacionales, es decir los paga en menor o mayor medida el pueblo. En tanto los subsidios que otorga la Municipalidad de Rosario, provienen de fondos provenientes del estacionamiento medido en el microcentro, del toque de plataforma de La Terminal de Ómnibus, de las tarjetas vendidas y no utilizadas y de los vueltos que no entregan las tragamonedas entre otros. En definitiva también es dinero de todos que pagan tanto los que usan el sistema como quienes no lo hacen.
El ciudadano que paga todos esos tributos permite que un 30% de los ciudadanos viaje gratis –según los datos que Rubén Rodríguez titular de Las Delicias dio a conocer en declaraciones a la prensa- y que el 70% restante abone una tarifa de $1.40. Esto sin contar los aportes que el ciudadano de Rosario paga indirectamente para el sostenimiento y capitalización de la Semtur cuyo balance arrojó un déficit de 7 millones de pesos.
Vuelvo al inicio de estas líneas y me surgen todas estas preguntas: Cuán lejos estamos hoy del proyecto de Venesia? Cuánto le cuesta al ciudadano común el sostenimiento de un transporte deficiente? Cuánto debería costar hoy el boleto si no existieran los subsidios -con o sin franquicias-?
Ojalá algún día podamos obtener esta respuesta. Los datos están en el Banco Municipal que administra el sistema de Tarjeta Magnética y el municipio tiene un Ente de Transporte que debería informarlo.
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